EL MONOTIPO: SERIES EN TÉRMINOS DE EDICIÓN
Monotipo trazado
INTRODUCCIÓN
El monotipo siempre ha sido ignorado por ser una imagen impresa sin posibilidad de multiplicación. Esta es quizá la cualidad que más llama la atención en él y la que seguramente más ha influido en su desarrollo artístico e histórico. Al encontrase a medio camino entre la pintura, el dibujo y las artes gráficas este procedimiento siempre ha estado en una situación de abandono para la mayoría de artistas. Los grabadores más clásicos se niegan a considerarlo una técnica gráfica, ya que generalmente se entiende que éstas pueden reproducirse mecánicamente, y hay quien confiere a esta antigua característica su señal más distintiva. Mientras que los pintores y dibujantes lo excluyen de su terreno por su cualidad de imagen impresa, ya que esto le hace depender, por lo general, de los sistemas de estampación y toda su parafernalia.
Parece que por alguna razón mientras que en las artes gráficas en general se ha desarrollado una cierta libertad creativa en el siglo XX, el monotipo parece aún visto bajo el prisma de lo que en su día fueron las artes de la imprenta. Su naturaleza única es algo que le viene dado en contraposición al resto de técnicas gráficas, por lo que debería dejarse de lado para definir el monotipo en sí y valorar sus cualidades plásticas.
DEFINICIÓN
Esta una técnica con gran libertad en su ejecución y por lo tanto con infinitas posibilidades plásticas. Cuando nos desprendemos de toda posibilidad de fijar una huella como referencia para hacer la imagen, la pureza del proceso se lleva al límite, y eso se manifiesta en los resultados. Carece casi por completo de las imposiciones técnicas del grabado, lo que le acerca a las técnicas directas. La mayor barrera que ha dificultado a lo largo de la historia, y aún hoy en día, la creación de imágenes impresas ha sido la naturaleza técnica que siempre rodeó al arte gráfico. Está claro que aunque hoy en día la mayoría de personas que se dedican al arte han practicado el “grabado”, muchos lo consideran poco práctico por lo que en él pesa la teoría técnica, desde el uso de innumerables términos para referirse a técnicas o materiales hasta los numerosos e imprescindibles pasos de cada procedimiento.
La definición del término según el "Diccionario del Dibujo y la Estampa” sería la siguiente:
“Estampa a la que se transfiere por contacto la imagen pintada o dibujada en un soporte rígido cuando el pigmento está todavía fresco. Desde el punto de vista no solo de la técnica sino también del lenguaje, el monotipo está a caballo entre la pintura, el dibujo y el arte gráfico, con el que coincide en el hecho de que el producto final es una estampa, es decir, el soporte que contiene la imagen definitiva es distinto de aquél en el que ha intervenido el artista. Sin embargo, se diferencia del arte gráfico en la más específica genuina y peculiar de sus características: la multiplicidad del producto. En efecto, al no ser fijada permanentemente la impronta en el soporte y, en consecuencia, no ser entintada durante la estampación – el propio pigmento empleado por el artista es el que crea la imagen transferida-, resulta imposible obtener más de una estampa por este método – de ahí su nombre -. El pigmento usado con mayor frecuencia para pintar es el óleo.Aunque conocido desde el siglo XVII, han sido los artistas del XX quienes se han sentido verdaderamente atraídos hacia el monotipo debido a la originalidad de sus texturas[1]”.
El primer término que se conoce para referirse a la técnica es el de imitating aquatint, empleado por Adam Bartsch ya en 1821 (casi dos siglos despues de su invención) en ‘Le peintre graveur’ donde se hace la primera descripción del proceso, y que hace referencia a sus características plásticas. Degas prefería llamarlos "dessins faits avec l’encre grasse et imprimés". El ambiente en que nace la técnica coartó sus posibilidades, ya que todo artista que la probaba lo hacía un tanto recreativamente, de ahí que no tuviese un verdadero nombre hasta mucho después de su invención. El término monotipo parece que fue inventado por Charles A. Walker en 1880-81 aproximadamente[2].
Monoimpresión. La imagen grabada se muestra en tinta negra, el papel sobre el que se estampa es amarillo y azul, diferente en cada impresión
Monoimpresión. En este caso variar el papel hace que cada imagen sea única
Generalmente se denomina monoimpresión a aquellas estampas sacadas de una matriz grabada de la que no se hace edición por circunstancias artísticas o económicas, no es la técnica lo que determina su carácter único. También por extensión a aquellas que se retocan en segunda instancia mediante diversos procedimientos.
Con el transcurso de los años y las diferentes modas y gustos que se manifestaron en el entorno de las artes gráficas, se fueron replanteando los pilares de reproducción sobre los que se había basado la aparición de las imágenes impresas. Así se generalizó el término y por ello tiene significados que no abarcan todas las características específicas del monotipo o que rebasan esta técnica en determinados aspectos. En al monoimpresión las variaciones que hacen única a la copia se llevan a cabo durante o después de la estampación de la imagen, mientras que en el monotipo se hacen durante y después de la concepción, creación y estampado de la misma.
Por comparación con otros tipos de sistemas de creación de imágenes impresas ya hemos señalado que el monotipo puede ser entendido dentro de unas premisas de libertad creativa, riqueza y variedad de resultados que están por encima de cualquier otra técnica.
En primer lugar hay que tener en cuenta ciertos ASPECTOS TÉCNICOS, como la superficie plana en la que se crea la imagen, lo que evidentemente va a influir en el acabado, o el proceso directo e inmediato a través del que la imagen es llevada a cabo, lo cual se refiere a la no utilización de costosos pasos a seguir para fijar la imagen a la matriz. Por otro lado trabajar sólo con tinta o los elementos que conforman en sí la imagen va a subordinar todo el proceso a nuestro conocimiento de las posibilidades y propiedades de la tinta (vehículo, diluyentes, pigmento, etc.) y el papel (color, brillo, absorción, lisura, etc.).
De estos aspectos se deriva una APARIENCIA PLÁSTICA determinada: el tipo de mancha plana que se consigue a través del estampado de una superficie lisa a otra. No produce el mismo efecto visual una mancha plana que aquella que se produce mediante una diferenciación física de los puntos que conforman figura y fondo. El monotipo puede darnos unos resultados muy ricos en cuanto a la valoración de volúmenes y sombras, porque permite pasar del tono más luminoso al más profundo con un registro muy adecuado de sus cualidades. Cuando no necesitamos más que tinta a la hora de dar la valoración tonal su intensidad, y poder de atracción es mucho mayor. La tinta pasa al papel, que es el elemento luminoso sobre el que se deposita la imagen final, su claridad es determinante a la hora de valorar los tonos de la imagen. La transparencia de ésta se realza o disminuye por la acción del papel de impresión.
En cuanto al CARÁCTER ÚNICO del monotipo, es evidente que va en contra de la naturaleza del grabado y las artes gráficas, nacidas con el propósito de poder ser multiplicadas, Pero conceptualmente todos estos múltiples hacían referencia a una misma “idea única”, un modelo repetido, y hoy día no es ésta la principal característica que define una estampa.
Describiremos ahora los tres procedimientos que habitualmente se usan dentro del medio. Por las diferencias a la hora de obtener resultados comúnmente se suelen distinguir estos tres métodos: el aditivo, el sustractivo y el trazado.
EL MÉTODO ADITIVO
El proceso consiste en aplicar la tinta sobre un soporte liso, como puede ser el cobre, el cinc, el acetato, el cristal, etc. mediante cualquier herramienta que permita la creación de imágenes con el acabado que deseemos, para más tarde proceder de manera común a su estampación, manual o con tórculo sobre un papel. Lo que es muy sencillo o complicado en la práctica en función de nuestras necesidades o exigencias. Sobre esta explicación entran en juego numerosos factores que pueden hacer que el proceso se complique.
Monotipo aditivo estampado con tinta roja, gris y verde sobre papel amarillo y negro
Está claro que cuando trabajamos la imagen la pintura debe estar fresca, pues sus cualidades físicas de adherencia van a permitir el posterior paso de la estampación. En la pintura muchas veces se acostumbra a trabajar la imagen sobre una capa de materia seca para obtener una superposición tonal determinada. Esto no es posible en el monotipo y es una de las razones que le dan frescura. Al no poder trabajar una imagen durante largo tiempo estamos obligados a afrontar con un mayor desenfado la creación, lo que modifica nuestro acercamiento a la obra y el modo de lograr las metas que nos planteemos.
Detalle de un monotipo aditivo
Emplear tinta calcográfica u óleo, que suele ser lo habitual, nos va a posibilitar borrar y volver a empezar el total de la imagen o las partes que nos interesen, porque las pinturas oleosas retardan el secado manteniéndolo en unos tiempos largos que facilitarán el proceso. Por lo general se recomienda una pintura o una tinta a la que se le haya añadido un disolvente o algún aceite que permita trabajar los medios tonos con mayor facilidad y alargar su número considerablemente y con menor esfuerzo. Mientras que para aquellas zonas que se reserven los negros es conveniente una tinta o pintura más densa.
EL MÉTODO SUSTRACTIVO
Si en el anterior apartado veíamos la técnica de creación que más unida estaba a la pintura en sentido práctico, en la que nos ocupa vamos también a ver ese carácter pictórico, sobre todo por aspectos compositivos y procedimentales. Esto se debe a que trabajaremos de los tonos más intensos y puros a los más claros, con lo que ese restar materia nos ayudará a componer las escenas de un modo más general. Desde una idea de conjunto en la obra iremos obteniendo los detalles.
Monotipo sustractivo sobre papel azul
Aplicamos a la plancha una capa de tinta uniforme mediante un rodillo y trabajamos luego sobre esta superficie levantando la tinta en aquellas zonas en las que se deseen obtener luces y dejándola en las zonas más oscuras. Es una especie de manera negra por así decirlo, con lo que podemos hacernos una idea de las capacidades plásticas que tienen estas imágenes. La creación de la imagen que se persigue se puede realizar mediante todo tipo de útiles de dibujo que consideremos oportunos. El entintado de la plancha, es conveniente realizarlo con un rodillo de modo que la tinta se reparta por toda la superficie en una capa fina, pero consistente, y que respete los tonos más profundos. Para lograr determinados efectos otros recursos pueden ser interesantes.
Monotipo sustractivo sobre pulpa roja
Con pequeños toques de luz se acentúa más si cabe la luminosidad de los claros por contraste con los negros que les rodean. Los blancos parecen iluminarse con una fuerza mucho mayor en su oposición con el tono general del fondo. Su uso está ligado a las valoraciones de manchas planas que ofrecen la posibilidad de enriquecer la imagen a través de su oposición con la luz. En ella la línea, si se desea, tendrá una mayor importancia que en el monotipo por adición, dado que en principio es más sencilla su realización. Es un ejercicio muy interesante para aprender a valorar la obra de manera global, sin perderse en los detalles[3].
EL MÉTODO TRAZADO
“...Con un rodillo se cubre una hoja de papel ordinario con tinta de imprenta; después en otra hoja colocada encima, se dibuja lo que uno quiere, cuanto más duro y fino el lápiz (y el papel), más fina será la línea...”
Carta de Gaugin a Gustave Fayet, Marzo de 1902.
Como nos explica de primera mano Gauguin, el monotipo trazado no es ni más ni menos que eso, una transferencia de tinta a través de un soporte, un papel o cualquier superficie plana que permita la aplicación de una capa de tinta mediante un rodillo. Ésta se transfiere a otro dispuesto encima y por razón de la presión ejercida con cualquier útil de dibujo en el reverso, un lápiz es lo más normal por su dureza, textura y la finura de su trazo. Es quizá el procedimiento de estampación más práctico y sencillo que se puede llevar a cabo para lograr una imagen. Por la presión del lápiz sobre el dorso del papel éste se pone en contacto con la superficie entintada y recibe la tinta que se transfiere mediante la presión.
Monotipo trazado con tinta negra sobre papel blanco
En el monotipo trazado vamos a valorar las imágenes desde una casi obligada traducción de las formas en líneas. El principal inconveniente del uso de manchas está en que la presión a través de la cual se realiza la impresión es muy costosa al ejercerse manualmente por obligación. Sin embargo cuando dibujamos líneas se reduce la superficie y se imprime con mayor sencillez y calidad. De este modo se traza una línea en el papel para la impresión semejante a la que traza el elemento o útil de dibujo empleado para crear la imagen.
Monotipo trazado, detalle
El monotipo abre nuevos territorios en el campo de la gráfica al permitir una mayor mezcla de procesos desde el momento en que la imagen es ideada. Materializar la idea es en él lo mismo que crear y entintar la imagen en otras técnicas. Por ello afrontaremos el hecho creativo desde nuevas perspectivas, estaremos obligados a abandonar la idea de múltiple a favor de la experiencia plástica. Esto aporta a la estampación conceptos muy en la línea de aquellos que se comenzaron a valorar en el arte a partir de los años cincuenta, en la que interesaba tanto el proceso en sí como el resultado obtenido. Un nuevo mundo de posibilidades en el tratamiento de la imagen estampada se abre ante nosotros, ya que ésta puede ser empleada como medio o como fin dependiendo de nuestras necesidades creativas.
Hoy en día, tras muchos siglos de búsquedas y de pretensiones de autonomía no podemos seguir defendiendo la estampación como un mero sistema de reproducción de obras, de manera que esto sea su cualidad más destacable. Está claro que fue una característica muy importante pero hoy en día hay muchas más peculiaridades en ellas. Se debe entender que las artes gráficas representan un modo de expresión muy particular desde el punto de vista de los atributos estéticos comunes a las obras de este tipo. Tienen unas capacidades que se desarrollan durante los procesos de concepción, realización y, sobre todo de impresión, que cual les transfiere una índole y características únicas como expresión artística. Esto no es nada nuevo, se descubrió y se valora desde que la aparición de la fotografía obligó a replantearse la identidad de la imagen impresa.
[1] Blas, J.; Ciruelos, A. y Barrena, C.: "Diccionario del Dibujo y la Estampa: Vocabulario y tesauro sobre las artes del dibujo, grabado, litografía y serigrafía". Real Academia de BB.AA. San Fernando, Calcografía Nacional, Madrid, 1996.
[2] Según MOSER, JOANN; “Singular impressions, The monotype in America”; National Mueseum of American Art by Smithsonian Institution Press; Washington; 1997. Pág. 1. El término se traduce como la “imitación del aguatinta”.
[3] -JANIS, EUGENIA PARRIS; “The Role of Monotype in the Working Method of Degas I”; The Burlington Magazine; Ene., 1967; Nº 766, págs.20-28. También en: “The Role of Monotype in the Working Method of Degas II”; The Burlington Magazine; Feb., 1967; Nº 767, págs.71-81. Así como: “An Autumnal landscape by Edgar Degas”; The Metropolitan Museum of Art, Vol. XXXI, Nº 4, Summer Bulletin, 1973. Esta autora ha desarrollado un excelente trabajo de investigación que se puede apreciar en estos artículos sobre el monotipo en la obra de Edgar Degas. En ellos plantea una acertadísima reflexión, fruto de una tesis doctoral, sobre la influencia del monotipo en el desarrollo de la obra pictórica de Degas, y cómo a través de esta técnica el artista francés logra llevar su pintura a un terreno menos dibujístico. Es muy importante el estudio sobre su obra tras el que se descubrió que numerosos de los más conocidos pasteles de Degas escondían monotipos sustractivos como base compositiva de sus escenas. Como resumen y colofón de su labor ver: “Degas Monotype, Essay, Catalogue and Checklist”; Fogg Art Museum; Harvard University, 1968.
Más información en mi tesis doctoral sobre el monotipo
o también en mi página de facebook
MARCOS BARBADO, Alberto. Obra Gráfica de Alberto Marcos [Blog Internet]. España: Alberto Marcos, 2009. Febrero, [consulta ¿marzo?/¿2013?]. Disponible en http://albertomarcosdibujos.blogspot.com.es/2009/02/grabados-calcograficos.html
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Un ejemplo de cómo citar este artículo del blog:
GALERÍA DE IMÁGENES
Monotipos aditivos
"Libidinem VIII", monotipo aditivo de 52 x 41 cm.
Tinta negra y roja sobre pulpa de papel blanca, azul y amarilla
"Libidinem II", monotipo aditivo de 40 x 30 cm. Tinta negra y gris
"Praesentîa". Monotipo, 40 x 90 cm, Estampado con tinta negra,
verde y roja sobre papel amarillo hecho a mano. Tríptico
"Deseo II". Monotipo sustractivo de 40 x 60 cm, Estampado a una tinta negra
sobre papel hecho a mano azul y blanco. Díptico
"Estro", Monotipo. Tinta negra sobre papel de 32 x 25 cm
"Estro", Monotipo. Tinta negra sobre papel de 32 x 25 cm
"Estro", Monotipo. Tinta negra sobre papel de 32 x 25 cm
"Estro", Monotipo. Tinta negra sobre papel de 32 x 25 cm
"Iudicïum I", monotipo de 40 x 30 cm. Tinta negra, blanca y gris
sobre pulpa de papel azul y naranja
"Iudicïum II", monotipo de 40 x 30 cm. Tinta negra, blanca y gris
sobre pulpa de papel azul y naranja
"Iudicïum III", monotipo de 40 x 30 cm. Tinta negra, blanca y gris
sobre pulpa de papel azul y naranja
Tinta negra y roja sobre pulpa de papel blanca, azul y amarilla
"Libidinem", monotipo aditivo de 40 x 30 cm. Tinta negra y gris
sobre pulpa de papel blanca, roja y amarilla
sobre pulpa de papel blanca, roja y amarilla
"Libidinem IV", monotipo aditivo de 40 x 30 cm. Tinta negra y gris
sobre pulpa de papel blanca, roja y amarilla
"Libidinem V", monotipo aditivo de 40 x 30 cm. Tinta negra y gris
sobre pulpa de papel blanca, roja y amarilla
verde y roja sobre papel amarillo hecho a mano. Tríptico
Monotipos sustractivos
sobre papel hecho a mano azul y blanco. Díptico
"Deseo". Monotipo sustractivo de 40 x 60 cm, Estampado a una tinta negra
sobre papel hecho a mano azul y blanco. Díptico
Monotipos trazados
"Estro", Monotipo. Tinta negra sobre papel de 32 x 25 cm
"Estro", Monotipo. Tinta negra sobre papel de 32 x 25 cm
"Estro", Monotipo. Tinta negra sobre papel de 32 x 25 cm
"Estro", Monotipo. Tinta negra sobre papel de 32 x 25 cm
Mezcla de aditivos, sustractivos y trazado
"Exubêrantis", monotipo de 52 x 41 cm. Tinta roja, negra y amarilla
sobre pulpa de papel azul, roja y blanca
sobre pulpa de papel azul y naranja
"Iudicïum II", monotipo de 40 x 30 cm. Tinta negra, blanca y gris
sobre pulpa de papel azul y naranja
"Iudicïum III", monotipo de 40 x 30 cm. Tinta negra, blanca y gris
sobre pulpa de papel azul y naranja
Me pareció muy interesante y útil esta publicación.
ResponderEliminarGracias por compartirla.
Estupendo articulo,gracias por compartirlo
ResponderEliminarExcelente artículo muy completo y la redacción bastante cómoda, felicitaciones.
ResponderEliminarGracias por la publicación,muy interesante y útil
ResponderEliminarExcelente artículo, muchas gracias por la generosidad de tu aporte. Jerarquiza los procedimientos a través del sustentento teórico y los bellos resultados expuestos. Felicitaciones.
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